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Publicat a El Mundo el 12/XII/2010

Qatar Foundation promociona las ideas antisemitas de un clérigo islamista

El nuevo espónsor del Barcelona, mediante la Facultad Qatarí de Estudios Islámicos, otorga becas auspiciadas por el intelectual Al Qaradawi, quien defiende los atentados suicidas y «el asesinato de mujeres israelíes embarazadas»

Pau Farràs - La Facultad Qatarí de Estudios Islámicos, parte de la monumental organización que patrocinará la camiseta del FC Barcelona, otorga anualmente unas becas que llevan el nombre de un intelectual egipcio que ha manifestado que Alá castigó a los judíos a través del Holocausto nazi y defiende las bombas suicidas contra civiles judíos en Israel. Se trata de Sheikh Yusuf Al Qaradawi, estudioso del islam de 84 años, antiguo líder intelectual de los Hermandad Musulmana y etiquetado como moderado y conciliador desde la Qatar Foundation. Tanto, que también tiene un centro de investigación: “The Qaradawi Centre for Islamic Moderation and Renewal”.

Este centro es parte de una institución académica, la Facultad Qatarí de Estudios Islámicos (QFIS), que se anuncia en su página web como un espacio “de diálogo” acerca de los cambios del mundo desde una perspectiva islámica. El Qaradawi Centre, fundado de acuerdo con la voluntad de Sheikha Mzah Bint Nasser Al Missned, segunda mujer del emir qatarí y presidenta de Qatar Foundation, pretende ser un laboratorio académico de ideas sobre la tolerancia entre culturas desde la “moderación que caracteriza el trabajo del Dr. Al Qaradawi”, según reza el portal de la QFIS.

Sucede que esta moderación con la que se caracteriza a Al Qaradawi debe matizarse según cual sea el punto de vista. En 2004, por ejemplo, fue incluído en la lista de “Sheiks de la muerte”, elaborada por 2.500 intelectuales musulmanes de todo el mundo. La lista pretendía servir de condena a los teólogos islámicos que promueven el fundamentalismo, la intolerancia y la violencia y llegaba poco después que Qaradawi hubiera permitido “matar a mujeres israelíes embarazadas y a sus hijos nonatos” en tanto que esos bebés eran potenciales soldados del Ejército Israelí.

Sin embargo, los comentarios antisemitas nunca han sido una novedad en la bibliografía ni en los discursos de este clérigo, considerado el tercer intelectual más influyente del mundo según la lista que elaboró la prestigiosa revista internacional Foreign Policy en 2008.

En su momento, Al Qaradawi definió el Holocausto como un “castigo divino” de Alá hacia los judíos, nombrando a Hitler como su ejecutor e insinuando la exageración de los males causados. Paralelamente, manifestó que, cuando esté a punto de morir, desearía que Alá le diera la oportunidad de viajar “al país de la Yihad y la resistencia, incluso en silla de ruedas, para disparar a los enemigos de Alá, los judíos”.

Precisamente, en 1998 escribió acerca del conflicto palestino que “no se debía dialogar con esa gente (en referencia a los israelíes) si no era con espadas”. Más tarde, en 2001 legitimó las bombas suicida en tanto que “martirios heroicos, no operaciones suicidas”. Igualmente, Qaradawi también defendió las bombas humanas cómo fórmula de resistencia de los habitantes de Irak contra las fuerzas de ocupación aliadas: “Las operaciones de martirio son las mayores formas de luchar (Yihad) por la causa de Alá”. En este sentido, y según declaró al programa Newsnight de la BBC, Qaradawi entiende que “Alá es justo y ha dado a los débiles el arma que los fuertes no tienen: su capacidad para convertir sus cuerpos en bombas, como hacen los palestinos”.

En septiembre de 2004 emitió una fetua – en el Islam, pronunciamiento legal emitido por una autoridad religiosa sobre un tema específico- en una entrevista permitiendo “el asesinato de cualquier americano, sea civil o militar, en Irak”.

La lista de manifestaciones amparando la violencia desde su posición de referente religioso es, pues, larga. Por este tipo de declaraciones, y aún a pesar de su condena a los atentados de al Qaeda el 11S en Nueva York y Washington, los Estados Unidos le denegó el visado en 1999 acusándole de justificar el terrorismo y Gran Bretaña hizo lo propio en 2008 cuando Qaradawi quiso entrar en el país para un tratamiento médico.

A raíz de la condena a los atentados terroristas de al Qaeda al entender que no es la misma yihad que aquella que sirve como mecanismo de autodefensa y de la convicción de que la mejor forma de luchar contra el extremismo islámico es intentar comprender otras religiones, que Qaradawi recibe esa consideración de “moderado” y “abierto a Occidente” entre algunos intelectuales musulmanes más fundamentalistas. Esta supuesta moderación abarca, además de las proclamas antisemitas, una total permisividad sobre la ablación femenina (“aunque no es obligatoria, cualquiera que considere a los intereses de su hija debería practicarla y yo la apoyo”, ha dicho cuando se le ha preguntado su opinión) y un respaldo a la violencia doméstica (“hay mujeres a quienes no les gusta ser golpeadas y lo ven como una humillación pero hay otras que disfrutan de la paliza”), conductas ambas harto condenadas por los distintos órganos de Naciones Unidas, Unicef entre ellas. Igualmente, Qaradawi ha abogado por la ejecución de los homosexuales en las sociedades islámicas y defiende los azotes a las mujeres que mantienen relaciones sexuales fuera del matrimonio.

De todo ello se podrá hablar el año próximo, fecha en la que Sheikha Mozah bint Nasser planea organizar la primera conferencia internacional sobre moderación con la participación de intelectuales de distintas religiones.